La salud mental de las personas que han perdido sus pertenencias, viviendas y seres queridos podría verse afectada si no es atendida a tiempo, afirman expertos, mientras el Ministerio de Salud ha empezado un plan de atención por parte de psicólogos en los albergues donde se encuentran los damnificados.
El director de la Liga de Higiene Mental, Marco Antonio Garavito, señala que pueden pasar unos tres meses luego de los desastres para que las personas vean la dimensión de lo que han perdido materialmente o sientan la ausencia de un ser querido y que es ahí cuando se pueden presentar enfermedades mentales como depresión, angustia y ansiedad.
En ese “estado de duelo” hay personas que tienen la capacidad para tomarlo de una mejor manera y otras que empiezan a cambiar su estado de ánimo, muestran momentos de tristeza, incertidumbre o decaimiento y suelen deprimirse.
“Hay comunidades que hasta hoy no han recibido asistencia. Ello provoca un sentimiento de soledad. Es uno de los sentimientos más nefastos”, señala.
El experto indica que los más afectados pueden ser los que tienen mayores niveles de responsabilidad, como los hombres o mujeres solas, pues luego de aceptar lo que está ocurriendo empiezan a pensar qué harán para mantener a sus familias y dónde van a vivir.
“El problema es cuando salen del albergue, cuando la ayuda deja de llegarles y regresan a sus casas, si es que les quedaron. Es cuando necesitan más acompañamiento”, dice Garavito.
El psicólogo del Seguro Social, Cristóbal Siquiná, dice que los afectados pueden presentar estrés postraumático, alteraciones en la conducta, miedo, ansiedad y otro tipo de manifestaciones, por lo que requieren contactar a un especialista.
RECOMENDACIONES
Las reacciones en todas las personas suelen ser diversas. Se aconseja acudir a centros especiales para recibir atención cuando los niños presenten los siguientes síntomas: los pequeños que ya avisan para ir al baño suelen empezar a hacer sus necesidades en la ropa o en la cama, tienen problemas de sueño y presentan algún bloqueo verbal.
Los adultos, por otro lado, se manifiestan irritados e inconformes y empiezan a chocar con la pareja o a maltratarla.
ATENCIÓN A LOS SÍNTOMAS
ALERTAS EN LOS NIÑOS
- Ansiedad.
- Cambios de conducta (agresivos, intranquilos).
- Se muestran decaídos o irritables.
- Falta de apetito.
ALERTAS EN LOS ADULTOS
- Se sienten enfermos, aunque no lo estén.
- Deprimidos.
- Se aíslan de sus labores y de la sociedad.
- Hay pérdida de autoestima.
- Detrimento del propósito de vida.
fuente: Diario de Centro América