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Asociación Guatemalteca de Alcaldes y Autoridades Indígenas

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miércoles, 21 de julio de 2010

OPINION Martín Rodríguez Pellecer

No fraude

Desde hace 25 años, en Guatemala hemos construido un TSE confiable y un evento electoral del que participamos todos (70 por ciento de los votantes), para que podamos decidir civilizadamente y sin violencia quién queremos que nos gobierne. Y creo que podemos respirar tranquilos para 2011 si protegemos al TSE y al padrón electoral.

No es fácil comprenderlo entre la bulla de declaraciones en los medios, pero me puse a averiguar y la cosa resulta más sencilla de lo que parece. Es que no es solo con el número de cédula que uno vota, sino con el número de empadronamiento, y que el padrón electoral es un registro cuidado celosamente por el TSE y depurado en cada elección arriba del 95 por ciento —por más que declaraciones maliciosas de ex magistrados o políticos digan lo contrario—. El DPI sustituye a la cédula, pero no al número del padrón, por lo que ese registro no se ha contaminado.

Es increíble cómo Radford y Cossich desperdiciaron una oportunidad de oro para crear una nueva institución transparente y eficiente, y dejaron un mamarracho —con la ayuda negligente de muchas municipalidades, incluida la capitalina—. Ojalá que el MP investigue a fondo la denuncia de ayer de Prensa Libre contra Radford. Hay que recordar que el Renap tiene asuntos pendientes por responder en los alrededores del caso Rosenberg. Y no es imposible construir instituciones en Guatemala. Miremos la diferencia con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que funciona bien, con profesionales y mística, a pesar de algunos liderazgos autoritarios.

Regresando a las elecciones, hay que recordar que el TSE es una institución con muchos valientes, comprometidos con la democracia, empezando por el Registro de Ciudadanos, donde don Miguel Solís les dice que no a los que incumplen con la ley; sea Ríos Montt cuando el FRG tenía todo el poder, sea Viva de Harold Caballeros entregando papelería un día tarde, o sea el partido Líder haciendo campaña anticipada. Aunque cambien magistrados, hay una institucionalidad fuerte detrás.

Recordemos toda la campaña del fraude hace cuatro años cuestionando a los magistrados, que eran muy buenos, y al final tuvimos una elección limpia y transparente. Ahora se intenta hacer campaña nuevamente por el pésimo inicio del Renap, pero creo que incluso los mismos partidos políticos que destituyeron a Radford y el nombramiento de alguien técnico y probo como Jorge Mattheu pueden hacer la diferencia.

Pero lo más importante para asegurar la transparencia electoral son los cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas que madrugan y se desvelan para las elecciones asegurando que todos los votos que se depositan en sus mesas son válidos. Son esos guatemaltecos nuestra mayor garantía contra un fraude. Así que no dejemos que nos intenten asustar, y participemos de las elecciones. Los partidos políticos bien podrían abonar a la causa dando más herramientas al TSE para fiscalizar y haciendo que los partidos y las campañas se independicen del financiamiento privado (legal e ilegal) y sean financiados por el Estado, como sucede en buena parte del mundo.

PS. Los ataques al transporte público son el equivalente a los atentados terroristas contra los metros de ciudades europeas. Los medios, los “analistas” y los políticos no pueden ser irresponsables de hacerles el juego a los criminales, menos cuando los ataques son una respuesta a las acciones exitosas para desarticular algunas mafias por parte del ministro Carlos Menocal, la comisionada Helen Mack, la Cicig y el MP. Vea www.MartinRodriguezPellecer.com.

Publicado en: Prensa Libre 20 de julio de 2010