
La cianobacteria reapareció en Atitlán, y la mayor concentración se detectó en el centro del Lago, según el monitoreo de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG).
Autoridades locales consideran que ahora ese microorganismo ocupa 2 por ciento de ese cuerpo lacustre.
El monitoreo mensual último del Centro de Estudios Atitlán, de la UVG, bajo la dirección de Margareth Dix, detectó de nuevo la presencia de la Cianobacteria lyngbya robusta en el agua superficial del Lago.
El estudio fue efectuado el 23 de este mes, y encontró que el microorganismo está visible como filamentos en la superficie, y es abundante en los primeros 29 metros de profundidad.
Las mayores concentraciones fueron observadas en el centro del Lago, así como en Santiago Atitlán, Panajachel y San Pedro La Laguna, Sololá.
En otros sitios observados hay presencia de esa bacteria, pero en cantidad menor, y se nota aumento en el oxígeno disuelto y reducción en la transparencia del agua, lo cual sugiere aumento en actividad biológica y microbiológica, señala el informe.
Más contaminación
Alberto Rivera, de la Asociación de Amigos del Lago, aseveró que están dadas las condiciones para el florecimiento de la cianobacteria, porque el intenso invierno y las tormentas Ágatha y Álex enviaron gran cantidad de fosfato, que adelantó la reaparición de la especie.
Afirmó que anualmente caen al Lago 110 mil toneladas de sedimentos que arrastran la lluvia y los ríos, y 400 toneladas son de fosfato, nutriente que alimenta a la cianobacteria, pero solo durante el paso de la tormenta Ágatha llegó esa cantidad a Atitlán.
“Hay tantos nutrientes, que veremos un florecimiento temprano de la cianobacteria”, enfatizó.
Significativa
Nery Paz, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno, comentó que la presencia de cianobacteria no es representativa.
Añadió que la especie está presente en 2 por ciento de la superficie del Lago, y su crecimiento dependerá de factores como temperatura, luminosidad, vientos y oxigenación.
Afirmó que el Lago se mantiene dentro de los parámetros normales y que se trabaja en detener los nutrientes, con la construcción de dos plantas de tratamiento, programas de conservación de suelos y buenas prácticas agrícolas.
Capacitación es indispensable
Rivera consideró que se necesita un esfuerzo masivo, como la movilización de mil personas con conocimiento de suelos y del área rural de Sololá, para comenzar la capacitación en conservación de suelos y continuar con la reforestación masiva.
“Lo que se ha hecho hasta ahora es apenas un rasguño; el compromiso tiene que ser de todos los sectores”, para recuperar el Lago y vencer la contaminación, aseveró.
Fuente: Prensa Libre